30 Mar La Pasión de Cristo en la Pulchra
Con la ayuda de un experto en Liturgia, don Rubén García Peláez, les invitamos a conocer cómo se celebra la Semana Santa en la Pulchra, epicentro de la singular expresión de Fé y tradición leonesa, que ha quedado reflejada en el templo en un sinfín de referencias iconográficas sobre la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, como las que han seleccionado y reseñado los historiadores del Arte, don César García Álvarez y don Iván González Sánchez.
EL SANTO TRIDUO PASCUAL EN NUESTRA CATEDRAL DE LEÓN
Por Rubén García Peláez
La Iglesia conmemora, durante el curso de un año, todo el misterio de Cristo. Es lo que llamamos el Año Litúrgico, con todas las solemnidades, fiestas y memorias, que son celebradas en la liturgia eclesial. No se trata de un simple recuerdo de acontecimientos del pasado, sino de una verdadera actualización salvadora, que abre la riqueza de las virtudes y méritos del Señor, los hace presentes a los fieles para que los alcancen y se llenen de gracia.
El Papa Francisco, en su reciente Carta apostólica Desiderio desideravi (2022), vuelve a recordarnos esta idea, esencial para comprender la belleza trascendente de la liturgia. En su Carta habla de la celebración como un permanente “hoy” de los acontecimientos salvíficos: la fe cristiana o es un encuentro vivo con Jesucristo, o no es. Pues bien, la celebración litúrgica es la garantía de este encuentro. De ahí la importancia que reviste redescubrirla continuamente. No como un mero goce estético, aunque es importante celebrar con belleza y solemnidad, sino como un asombro creyente, la “admiración ante el hecho de que el plan salvífico de Dios nos haya sido revelado en la Pascua de Jesús” (DD 25).
El centro de todo el Año Litúrgico es el Triduo Pascual, que se celebra desde la misa vespertina del Jueves en la Cena del Señor hasta las Vísperas del Domingo de Resurrección. Son los días más importantes en la vida de Jesucristo, en los que vive su donación salvadora al Padre por nosotros
La liturgia de la Catedral ha de ser un referente permanente para la vida celebrativa del resto de parroquias de la Iglesia diocesana. No en vano, es la Iglesia Madre del resto, donde el Obispo diocesano ejerce su catedra, su enseñanza, también como maestro del culto cristiano. En nuestra Pulchra Leonina, con la belleza de su armoniosa y límpida arquitectura gótica y la incomparable luz, que viniendo de sus vidrieras lo envuelve todo, se nos ofrece un marco único para vivir los sagrados misterios que se conmemoran en estos días (…)
Iconografía de la Pasión en la Catedral de León
Por César García Álvarez
En cuanto síntesis suprema del saber medieval, que une la fe cristiana y el conocimiento clásico resumido en las artes liberales, toda catedral gótica es una suerte de enciclopedia visual y simbólica en piedra y cristal, al modo de las summae o los specula propios de la época, de la cultura del s. XIII, en la cual está presente, con especial intensidad, la representación del misterio central del cristianismo, la Pasión y Resurrección de Cristo, que configuran el repertorio iconográfico propio del tiempo de la Semana Santa. En la catedral de León, las imágenes pasionales configuran un completo itinerario que se extiende cronológicamente desde la segunda mitad del s. XIII hasta finales del s. XVI, es decir, desde el Gótico pleno hasta el Renacimiento tardío.
Las escenas propias del ciclo litúrgico de la Semana Santa están así presentes en el templo leonés en soportes tan diferentes como los relieves de las portadas, los sepulcros, las vidrieras, las enjutas, las pinturas murales, las portadas menores, los retablos o el trascoro, configurando un recorrido lleno de imágenes cargadas de riqueza artística y profundidad simbólica. En ellas, además, no sólo puede admirarse un despliegue, formal e iconográficamente fascinante, de los pasajes pasionales centrales, sino que puede contemplarse cómo los temas iconográficos se adaptan a las particularidades de cada momento histórico, a las concepciones teológicas, filosóficas y devocionales vigentes en cada época, que no sólo son la expresión de los significados siempre presentes en cada uno de los temas, sino que se moldean también para responder a los diferentes problemas, sobre todo en forma de ataques que sufren las creencias oficiales, en forma de planteamientos heréticos, como los cátaros, o teológicos, como los protestantes. Todo ello convierte a la catedral leonesa en una de las más completas expresiones histórico-artísticas existente de temas pasionales (…)
El ciclo de la Pasión en el sagrario de Pedrosa del Rey
Por Iván González Sánchez.
Entre los años 2019 y 2021 fue restaurado en el IPCE (Instituto del Patrimonio Cultural de España) un sagrario que se expone en el Museo Catedralicio-Diocesano de León y que procede de la localidad de Pedrosa del Rey. En realidad, la obra se encontraba originalmente en la iglesia parroquial de Santa María de los Villapérez, que más bien cumplía la función de capilla para esta importante familia nobiliaria leonesa. Tras haber permanecido durante algún tiempo en el palacio episcopal, la pieza fue trasladada en depósito al templo de la localidad de Cuénabres, hasta que –tras la destrucción en el año 1771 de parte del presbiterio por un incendio provocado por un rayo— fue llevada a la desaparecida parroquia de Pedrosa del Rey. Finalmente, en 1978, ingresó en el Museo.
Siguiendo la doctrina tridentina, el sagrario se había convertido en un elemento fundamental de la liturgia. Como apunta Gómez Rascón (2017), gran parte del ideario tradicional de la Iglesia sobre el sacramento de la eucaristía fue ratificado en la sesión XIII del concilio de Trento en el año 1551. Si la presencia de Cristo se hacía real y substancial (transubstanciación), era necesaria, por tanto, “la reserva del Santísimo in sacrario (capítulo VI)” (Martín González, 1997). Será habitual, pues, que en las custodias –nombre con que se conocía a los sagrarios— del siglo XVI, se representen escenas relacionadas con aspectos vinculados a la eucaristía como la Última Cena, así como otros temas pasionarios.
Al respecto, este sagrario del Museo Catedralicio-Diocesano supone un excelente muestrario de iconografía pasionaria. Su autoría se debe relacionar con la escuela juniana leonesa, surgida a partir de 1532 tras la llegada del maestro de Joigny a León, acompañado de otros escultores franceses como Juan de Angers, Guillem Doncel, Esteban Jamete o Juan de Miao, para trabajar en el convento de San Marcos (Campos y Oricheta, 1998). El profesor Llamazares Rodríguez (2004) atribuyó la ejecución de esta obra a quizás el artista más destacado de la estirpe juniana en León: Juan de Angers (también conocido como Juan de Angés).
El sagrario procedente de Pedrosa del Rey, por tanto, ha de datarse en el segundo tercio del siglo XVI. Su planta es trapezoidal, destacando el marcado acento arquitectónico dela obra, de inspiración clásica. Los cinco relieves se enmarcan en traspilares con capiteles de orden jónico, al igual que sucede con las columnas, cuyos fustes imitan a materiales marmóreos. La disposición de la columnata sufrió algún tipo de alteración, como se desprende de los motivos desordenados de las mismas (leones, ángeles y bucráneos), así como de las inscripciones de los plintos: en las tres caras de la segunda columna (A-V-E) y en la quinta (G-R-A), es decir, AVE MARIA GRATIA PLENA. La pieza cubre su superficie, además del pan de oro con decoración troquelada, con motivos agrutescados: candelieri, cartelas, cintas, querubines o elementos vegetales. En el aspecto técnico, destaca, por ejemplo, el tratamiento de los estofados y corlados, especialmente en los ropajes de las figuras de los relieves. Por tanto, todas las características que venimos relatando sirven para situar esta obra entre las más destacadas realizaciones en su género de la diócesis leonesa (…)