03 Jul La joya de León
“El maragato en la torre y en la plaza el negrillón“, estrofa de una canción que solía cantar mi madre con frecuencia durante los veranos que en mi infancia pasábamos en la casa de mis abuelos en Vegaquemada. Allí nacieron mi madre, Rosario y sus hermanos: Cinia, Teya, Cesáreo, Luis, Pablo y Paulina. Esta canción hace alusión a Boñar, pueblo situado a escasos 6 kilómetros de casa de mis abuelos, dónde se encuentra la Iglesia de San Pedro en cuya torre se tiene una figura humana de madera conocida como “El maragato” y en la plaza frente a la Iglesia existía un frondoso Negrillón.
León, su Virgen del Camino, su Catedral, sus paisajes, sus pueblos, su Ciudad, su gente, su gastronomía, todo ello ha formado parte importante de mi vida cuando pequeño y ahora, muchos veranos después.
Don Mario González, administrador de la Catedral, me pidió a principios de año preparar un escrito para explicar por qué Fundación CEPA acepta ayudar en una de las obras de restauración de vidrieras más importantes en los últimos años.
Pensándolo mucho, la realidad es que no podría dar respuesta a esta pregunta si no vinculo parte de la historia de la Catedral a la de mi propia familia leonesa, razón por la cual comencé con este escrito refiriéndome a Boñar; pueblo emblemático y del cual se extrajeron las piedras que sirvieron para levantar los muros y fincar los cimientos de lo que se convertiría en una magnífica Catedral, que por su gran relevancia a través de los siglos se convirtió en el primer Monumento Religioso Nacional beneficiado por Real Orden en el año de 1844 y permitió que fuese considerada su restauración y conservación por cuenta del Estado.
Si bien es cierto que la Catedral cuenta con tres rosetones, es el de la fachada principal el que se estará rehabilitando con apoyo financiero de la fundación CEPA. Este rosetón ya había sido atendido a mediados del S. XIX después de habérsele detectado profundas afectaciones.
En casa escuché muchas veces sobre el espíritu filantrópico de don Pablo Diez Fernández quién fuese hermano de mi abuela materna y el apoyo que brindó a escuelas, hospitales, orfanatos y muy especialmente a la Virgen del Camino, obra que tuvo su continuidad con la participación de don Antonino y doña Cinia, sobrina de don Pablo.
Hace unos años, don Cesáreo y don Pablo González Diez crearon la Fundación CEPA González Diez la cual me invitaron a presidir y cuyo objeto principal se centra en ayudar, realizar y promover distintas actividades que van desde asistenciales, culturales, educativos y sociales para promover el desarrollo humano y personal así como el cultural e intelectual de las personas.
El espíritu altruista y filantrópico de la familia continua presente a través de varias obras en España y México, pero en León especialmente a través de la Fundación CEPA, que gustosamente está contribuyendo en la rehabilitación del rosetón de la Catedral desarrollando también otras actividades con instituciones diversas.
Fue en Noviembre del 2018 cuando don Cesáreo y el patronato de la Fundación solicitan hacer una visita a la Catedral y poder ver de primera mano el proceso de rehabilitación. Cuando nos encontramos arriba del todo admirando la arquitectura tan singular bajo un ángulo completamente distinto al que habíamos tenido con anterioridad; encontramos un sentido especial detrás de cada columna, de cada muro, de cada grabado, de cada vitral. Es como si la misma edificación nos comunicara orgullosa de lo que estaba hecha y el porqué de estar allí.
Quedamos asombrados por su magnitud, imaginando lo que pudo haber sido la gran restauración hecha más de un siglo atrás que ayudó a mantenerla firme y emblemática, y también por la fortaleza de don Cesáreo, que con 95 años subió todos los escalones que le llevan a la parte alta de bóveda central y desde allí, con voz profunda nos dijo: “esta es la joya de León”.
Mirando de cerca el rosetón se valora lo que ha de ser la gran labor a la que serán sometidas las vidrieras. Destacan en la vidriera los rayos, los ángeles y el medallón central en dónde se visualiza la imagen de la Virgen con el Niño. Obra de arte singular que ha sido espectadora de la historia de Castilla, de León y por ende de España.
Es un privilegio formar parte de este trabajo tan significativo que permitirá a las futuras generaciones valorar aún más uno de los recintos más impresionantes que le rinden honores a la Virgen y al Creador.
– Carlos Fernández –
Presidente de la Fundación CEPA